Hay asesorías que dan servicio a panaderos, mecánicos, empresas de construcción, peluquerías, bares, tiendas de ropa ... y si es necesario, también a agencias de viajes.
Luego hay otras asesorías que han entendido que hay determinados negocios que requieren de una atención especial y exclusiva porque tienen incluso su propio régimen fiscal.
¿Alguna vez te has preguntado qué diferencia hay entre trabajar en nombre propio o por intermediación?
¿Sabías que hay productos y destinos que están exentos de IVA?
Vaya, lo mismo le estás regalando a Hacienda un dinero que no te corresponde.
¿Esa factura tiene que ir en Régimen Especial?
¿Sí?
Y entonces … ¿cómo tengo que calcular la cuota de IVA?
¿A una amiga de otra agencia de viajes su asesor le ha dicho una cosa y a tí el tuyo otra cosa totalmente distinta?
Suele pasar.
Sobre todo si tu asesoría no está especializada en agencias de viajes y trata tu negocio de la misma manera que a la cafetería dónde te tomas el café todas las mañanas.
Mira.
Es posible que estés pagando más impuestos de los que te corresponden de manera innecesaria.
O incluso algo mucho peor … que no estás contabilizando tus ventas de la manera adecuada y te llegue una inspección que se coma los beneficios de los últimos 5 años.